A vera le vuelve completamente loca jugar con ellas, tanto que a veces se hae sangre en la boca, se las tengo que esconder, e incluso cambiarme de acera en cuanto veo alguna por la calle.
Hace poco descubrí este original juguete, con el que Vera disfruta como una enana. Ahora, eso sí... me lo tengo que llevar en cada salida para no volver a tener ningún "percance" con las botellas de plástico que encontramos por la calle.
Muchas veces las cosas más sencillas, son las que más felices hacen a nuestros perros!
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